Galería Alegría

Galería Alegría inició su trayectoria en 2010 como un proyecto expositivo motivado por el deseo de dar difusión y visibilidad a artistas que se caracterizan por una actitud generosa y estimulante.

Uno de los principales pilares sobre los que se establece Galería Alegría es la dedicación a los lenguajes pictórico y escultórico. La línea expositiva de la galería se centra en obras abstractas y figurativas, y a menudo una mezcla entre ambas, siguiendo unos principios tan sencillos como dejarse seducir por la plasticidad de las obras. Nuestra selección de artistas constituye un programa diseñado para satisfacer a quienes buscan en la pintura y la escultura contemporáneas un espacio para el deleite y la reflexión. 

Centrada en la promoción de la obra de artistas de corta y media carrera a nivel nacional e internacional, la galería apoya a sus artistas organizando sus exposiciones tanto en el espacio de la galería como en colaboración con otras entidades, así como participando en ferias dentro y fuera de España.

Artistas representados:

Chechu Álava, Mai Blanco, Breza Cecchini, Enrico Della Torre, Jorge Diezma, Bobby Dowler, Carole Ebtinger, Robbin Heyker, Thomas Kiesewetter, Matthew Musgrave, Alberto Peral, Humberto Poblete-Bustamante, Stefan Rinck, David Roth, Ken Sortais, Lolo & Sosaku

Galería Alegría presenta «MORRALLA» de Jorge Diezma (Madrid, España, 1973) los últimos bodegones marineros, que continúan con la labor que el artista ha venido desarrollando sobre la naturaleza muerta. El objetivo latente de Diezma es preguntarse por la posibilidad de que las cosas no coincidan del todo consigo mismas. Para Diezma, cualquier cosa puede servir para el más profundo extrañamiento, porque todo es extraño en cuanto se mira fijamente el tiempo suficiente, y concibe la pintura como un medio privilegiado para hacernos conscientes de esta extrañeza. Los pescados, frutas, piedras, soles y nubes que encontramos en estos cuadros son una buena oportunidad para detener la mirada y desvincularla de la eficacia que habitualmente la anima. 

En la sala contigua «ROCKER» de Philipp Röcker (Aalen, Alemania, 1984) estará compuesta de un grupo de imponentes esculturas que, en conjunto, delimitan un campo temporal y espacial en el que los espectadores son explícitamente invitados a caminar a través y alrededor. Aunque se hayan reunidas en un pequeño grupo para esta ocasión específica, cada una de ellas constituye una obra autónoma que puede sostenerse por sí misma o relacionarse con las demás en combinaciones y posiciones siempre en constante movimiento.